Artículos de interés

Eres lo que comes

(inspirado en el libro “Longevity Guidebook: How to Slow, Stop and Reverse Aging – and NOT Die from Something Stupid” Peter H. Diamandis)

De todos es sabido que el bienestar en el trabajo empieza por uno mismo; es cierto que se deben dar las condiciones laborales para que cada persona pueda sacar lo mejor de uno mismo y ser su mejor versión. Hoy nos centraremos en un aspecto muy relevante que incide en la salud de uno mismo: la comida. Si es cierto el dicho que “eres lo que comes”, entonces, ¿qué comes? ¿Qué deberías comer? A continuación compartimos cinco estrategias que pueden cambiar tu vida a través de la dieta:

1. Reduce el azúcar

El exceso de azúcar alimenta la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardíacas y el hígado graso. Acelera el envejecimiento, alimenta la inflamación crónica e incluso aumenta el riesgo de cáncer. Tip: di «no» al postre antes de que llegue a tu mesa; es más fácil que resistirte a él una vez que lo tienes delante.

2. Gestiona los tiempos de las comidas

Olvídate de hacer tres comidas al día: acelera el envejecimiento, aumenta el nivel de azúcar en sangre y altera tu metabolismo. Como dice el Dr. David Sinclair de Harvard: «No se trata solo de lo que comes. Se trata de cuándo comes». ¿Qué tal una cena temprana a las 7 de la tarde y romper el ayuno a la mañana siguiente a las 8h, un ayuno de 12 horas? Tip: la clave es dejar de comer 3 o 4 horas antes de acostarse.

3. Ajusta la secuencia de los alimentos

El orden en el que comes tu comida puede tener un gran impacto. Esta es la fórmula: divide la comida en verduras, proteínas y carbohidratos. Come primero las verduras; esto ralentiza tu digestión, seguido de las proteínas y guarda los carbohidratos para el final para controlar los niveles de azúcar en la sangre. Debido a que las verduras tienen un alto contenido de fibra, comerlas primero ralentiza la absorción de glucosa y lo llena de nutrientes. Comer proteínas en segundo lugar ralentiza aún más la digestión, estabiliza el azúcar en sangre y brinda saciedad. Finalmente, comer carbohidratos al final, después de la fibra y las proteínas, reduce significativamente su impacto glucémico y evita los picos de azúcar en sangre.

4. Consume suficiente proteína para aumentar la masa muscular

La masa muscular es tu activo más importante para tu longevidad. A medida que envejecemos, la pérdida de masa muscular acelera la fragilidad, aumenta el riesgo de caídas y debilita la inmunidad. Tip: mezcla fuentes de proteínas vegetales (lentejas, garbanzos) y proteínas animales magras (salmón salvaje, pollo) e ingiérelas a lo largo del día.

5. Practica la vitamina «O» (oxígeno)

Antes de cada comida, haz tres respiraciones profundas. Esto activa tu sistema nervioso parasimpático, optimizando la absorción de nutrientes y reduciendo la inflamación. Todos sabemos que todo cambio cuesta, y más si altera nuestras costumbres. Desde aquí te animamos a comprometerte a seguir estos consejos por un período de una semana y luego observa cómo te sientes.

Si te sientes mejor, en el trabajo te sentirás también mejor.

carlos

Escrito por:
Carlos P. Hornstein
Cofundador y CEO de niikiis

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *