Hola Patricia, gracias por esta entrevista. Para comenzar, quisiéramos que nos comentaras quién eres y qué te apasiona.
Nací en Barcelona, una preciosa ciudad, un 8 de marzo, un día maravilloso para nacer y para ser mujer, además de ser una súper trabajadora. Tengo 39 años.
De adolescente quise estudiar Periodismo porque me encanta comunicar, pero finalmente encontré mi vocación en la Psicología ya que lo que me mueve en la vida son las personas, tanto en lo personal como en lo profesional.
✔ Licenciada en Psicología.
✔ Colegiada en el COPC en Barcelona.
✔ Profesional de RRHH con más de 15 años de experiencia en diferentes sectores como el turismo, ocio, IT, tercer sector, administraciones públicas, etc.
✔ Coach personal y ejecutivo.
✔ Mediadora.
✔ Conferenciante.
✔ Formadora.
✔ HR Lover.
Mi vocación es acompañar a personas y organizaciones desde un prisma humanista. ¡Gracias por darme la oportunidad de aportar mi visión!
Gracias, Patricia. Cuéntanos, ¿cómo afecta el entorno de trabajo a la salud mental de los colaboradores?
Es importante tomar conciencia del impacto que tiene el trabajo en la salud mental de los colaboradores, para que podamos poner foco y en acciones medidas concretas por parte de las organizaciones para abordar los problemas de salud mental que, queramos o no, tienen un impacto en el ambiente, la productividad, las bajas laborales y la rotación.
El impacto que tiene es enorme, tal y como recoge la OMS. Pasamos la mayor parte del tiempo que estamos despiertos en el ámbito laboral, por lo que el impacto que tienen los aspectos laborales en nuestra salud y estado anímico es fundamental, pudiendo ser la causa de problemas como estrés, ansiedad y depresión en nuestros equipos.
¿Y cómo impacta un buen o mal liderazgo a la salud mental de los trabajadores?
Por lo que es esencial fomentar la escucha activa y no relegar esos momentos a comentar temas de performance, fomentar espacios para que puedan comunicarse los equipos y los empleados y managers como parte de la cultura organizativa y establecer diversos canales presenciales, online, formales e informales.
La empatía es la base angular para el liderazgo y es otro aspecto fundamental. Cada vez se está hablando de un modelo de liderazgo humanista con menos «jefes» y que está pilotado con otros valores que serán la clave para el éxito: generosidad, reconocimiento, empoderamiento, fomentar la diversidad, feedback, respeto, ilusionar a los equipos, liderar desde el ser.
Y entonces, ¿qué podemos hacer?
– Es importante conocer cómo están nuestros equipos y medirlo.
– Preguntar.
– Fomentar la comunicación y la inclusión de diversos canales.
– Atender las necesidades.
– Valorar y reconocer las capacidades de nuestros colaboradores.
– Poner a los líderes en la misma página, generar cultura organizativa que ponga foco en estos temas.
– Tolerancia cero a la discriminación y a la vulneración de los derechos.
¿Y a partir de ese diagnóstico, qué pasos podemos seguir para cuidar y promover la salud mental en nuestra empresa? Por ejemplo, para reducir los índices de estrés en nuestros colaboradores o evitar que lleguen al burn-out (sobre todo para quienes trabajan en remoto y les cuesta desconectar del trabajo).
Desde la organización podemos hacer muchas cosas con el fin de promover la salud en la empresa. Algunas de ellas forman parte de la forma en la que se trabaja, como por ejemplo definiendo y garantizando la política de desconexión digital, y siendo una empresa respetuosa con los horarios de trabajo, no mandando correos electrónicos fuera de horas ni convocando reuniones fuera de horario. Además, puede ser beneficioso implementar iniciativas como trabajar en horas centrales del día, tener días sin reuniones, fomentar las pausas y respetar las horas de la comida.
Podemos crear píldoras para fomentar hábitos saludables, pero eso sólo tendrá sentido si se tienen balanceadas las cargas de trabajo y si se pone foco en evitar comportamientos negativos y/o situaciones que vulneren los derechos de los trabajadores.
Los líderes, equipo directivo y mandos intermedios son unas piezas fundamentales para que estén alineados y respeten y fomenten la diversidad de sus equipos, tengan formación en diversidad, igualdad y conozcan las medidas para prevenir el acoso. Además, deben tener en cuenta la salud mental y ser líderes humanistas que confíen en sus equipos, sean auténticos, hablen con ellos de forma natural, entiendan que son meros facilitadores para conseguir objetivos comunes y sean humildes dando empowerment a sus equipos.
Para mí, la comunicación es un aspecto clave que es muy deficitario en nuestras empresas, puesto que creemos que, a pesar de estar reunidos todo el día, en muchas ocasiones se trabaja de forma muy individual y no se colabora en equipo, lo que aumenta las reuniones, duplica las tareas, extrema el control, pero seguimos sin hablarnos. Trabajando de una forma distinta, más colaborativa, sin silos entre departamentos y con más automatización en las tareas que no aportan valor, podríamos obtener resultados distintos. No tengo ninguna duda. Reduciríamos miles de tareas insulsas y repetitivas y podríamos aportar valor, conversar más y co-crear siendo profesionales formados que tienen y quieren tanto que aportar por propósito compartido. Con algo tan sencillo, podríamos obtener resultados totalmente diferentes.
Sin duda, es importante también acompañar a nuestros profesionales y ofrecer sesiones psicológicas ya sean online o presenciales, talleres de coaching, sesiones de mindfulness, pero sin duda, el ADN de la organización y nuestras personas debe acompañar, ya que, si no, no tendrá efecto alguno. Hace falta que seamos organizaciones líquidas con estructuras, valores y metodologías que vayan en esa línea.